jueves, 24 de diciembre de 2015

Navidad.

Porque no ha sido el año más fácil de mi vida,
porque he tenido que dejarme la piel
asumir el cambio
y perder el miedo.
Porque he conocido y desconocido,
recuperado y desvanecido,
por mí
por el coraje y el valor
la fortaleza,
saber decir 'no', aunque duela.
Por la amistad, infinita y severa
que sigue sumando meses 
a pesar de mis tormentas.
Por el amor, que traicionero, me regaló un diciembre lleno de tristeza
y me ha devuelto un diciembre lleno de ilusiones.
Por la esperanza, que nunca se dejaba perder
hasta que decidí perderla.
Por renacer, por aquellos diecinueve inviernos que cumplí
algo sola y sin recuerdos.
Por los veinte que se acercan con promesas,
un contrato indefinido,
un nuevo trabajo
y esperanzas en un curso que ya va por la mitad.
Por esos amigos que se van sumando y 
la construcción de una amistad imperfecta
y esas birras los jueves noche
con sabor a sal.
Por mi gente, mi familia, los que quedan,
que no son muchos
pero son los justos para hacerme feliz. 
Por él, que resbaló entre la gente y se coló entre mis redes
con promesas que no quise creer aunque crea.
Por el coraje y la dificultad, por negar lo evidente
coger el timón con los dientes y no querernos anclar.
Por mí, por ese cava frío
que serviré en honor de los que se fueron
sin explicación
aquellos llamados amigos
que resultaron regalarme un quemazón
en las costillas. 
Por renacer sin miedo, por esas pautas rotas
por romper esos esquemas que encendían mi dolor.
Por darle una oportunidad a mi instinto
y recorrer el camino que antes pudo llevarme al dolor.
Por creer, después de todo, 
en el amor
y no rendirme
con nadie.
Por haber luchado siempre hasta el final
de cada historia,
por no haber abandonado
por haber sido la fuerte
y haberme armado de valor
para irme cuando sentí
humillarme ante su voz.

Por mí
por haber ayudado
por salvar sin conseguirlo
por llorar
y llorarme.
Por la verdad
aunque doliese
por haberme hecho ver
que merezco que me quieran
tanto como yo quiera.



Por mí,
por un nuevo año
en el que al fin
todo vaya sobre ruedas.
En el que haya dolor
pero lo venza su risa
que llega angelical entre las prisas.
Por todo,
para que al fin 
seamos libres
y resurja la emoción
de un bar y el olor
de los comienzos.
Por ellos que no se han ido,
por mí que sigo aquí,
por él que ha llegado
y dice que no se quiere ir.






Feliz navidad, feliz santo a todas las chicas Noelias y Natalias.
Sed felices.

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