Supongo que eran mis ganas de intentarlo, de conseguirlo, de hacerte entender que podrías quedarte. Nadie puede obligarnos a estar donde no queremos o a amar lo que no amamos, ¿no?
Algún día, entre susurros firmes, me veré admitiendo que significaste mucho más de lo que hoy exhalo a regañadientes.
Todos tenían razón, como siempre.
Me quedo con que lo intenté.
Que ya es mucho más de lo que algunos hacen.
Odiaba sentir a los demás cobardes y al final me he convertido en uno de ellos.