lunes, 21 de octubre de 2019

Siempre tan lejos

Con las manos temblorosas pero la voz firme le pregunté: "¿por qué si estamos siempre tan cerca te empeñas en irte tan lejos?"
Quizás le dé pánico este pequeño mundo, o tal vez soy yo, que nunca he sabido pedirle que se quedara, por si quería irse.

viernes, 18 de octubre de 2019


Podría mentirte, pero se me ve en los ojos un trocito de hielo. Lo quebrantable que me vuelvo cuando me planto desnuda ante ti. Tú ya sabes de esto. De mi compasión, de mis temores, de nosotros. De mis preguntas silenciadas, de tus respuestas hechas humo y pólvora. Tú ya sabes de mí, de nuestros secretos, de las escapadas a la nada para serlo todo. No me atrevo a pronunciar dos palabras que podrían cambiarlo todo porque me da miedo que te alejes, porque no estoy hecha para esto. Ojalá recuperar a aquella valiente que se llevaba el alma a la batalla, y aunque volviese con el corazón roto, su armadura quedaba intacta. Ya no soy esa guerrera, ¿lo has notado? Ahora soy incapaz de llevarte, de guiarte, de alentarte, de convencerte de que somos la casualidad más tenue e improbable, pero cierta, que jamás sucedió. Millones de años para coincidir en este pequeño mundo y nos separaron  solo dos pupitres. Lo tuvimos todo, lo tenemos todo. ¿Te vas a quedar conmigo esta noche? Podría hablarte de viajes astrales, del viento impredecible que nos lleva siempre donde gusta, del sabor frío de la derrota, de tus manos arrastrándose, lentas, por mi cuello. Déjame pedirte solo que te quedes por hoy, porque quizás, solo quizás, necesite que me digas que te quieres quedar. Porque quizás, esta vez, te quedas. Porque yo, esta vez, me quedo. 

sábado, 12 de octubre de 2019

¿Estás ahí? ¿Puedes leerme? En un suspiro que te entorpece, te encoges de hombros y miras indiferente a través del espejo. No has notado la brisa marina que me revuelve el pelo, ni has olido la sal del cielo que se mezcla con nuestros perfumes. No has sentido nada de eso, porque caminas concentrado para no salirte, para no cruzar la línea. Caminas pensando en no torcerte; sin embargo yo aún no he mirado al suelo. Yo sin ponerme recta ni un segundo, tú sin perder el rumbo. Nos desdibujamos, inconscientes. A veces tu coherencia me aprieta el pecho, mi locura te desata equilibrios.
¿Vendrás a buscarme?
¿Estás ahí? Quizás todo fue un sueño. Tal vez siempre estuve hablando sola.



Ya me gustaría

 Es casi inconsciente este pensamiento recurrente que me atraviesa. Me cuento y les cuento que no es para tanto y lo cierto es que soy dos p...