He roto las cadenas.
Ya no voy a quedarme anclada.
Me apetece nadar.
Quiero salir de este agujero.
Y he comprendido,
al fin,
que estoy sola en esto.
Que yo misma voy a coserme las alas,
calmar las heridas
y esperar,
paciente,
a que cicatricen.
He conocido a alguien: A mí misma.
Y yo sí valgo la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario