Cuando la única manera de matar
la poesía
es haciendo poesía.
Y todas las alarmas saltan.
De repente todos se callan.
No, otra vez ese silencio.
Me encierro en mí misma
sin si quiera tener llaves
y desaparezco.
El mundo ha dejado de verme
pero yo no dejo de mirarles.
Espero una respuesta
mientras pasan los segundos.
Tic-tac
Se acaba el tiempo,
aunque el tiempo sea infinito
y yo siga aquí dentro.
Me dan miedo demasiadas cosas
le temo a la verdad
porque dicen que es la única
que lleva razón,
y a mí siempre me ha gustado
tener
la
última
palabra.
Y qué mal,
pienso.
Haber coincidido tú y yo
en el momento incorrecto
rodeados de la gente incorrecta
viviendo vidas
que no son vidas
ni tampoco ciertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario