miércoles, 15 de mayo de 2013



- Te he visto levantarte todas y cada una de las veces que te has caído, o alguien te ha tirado al suelo.
-¿Y eso qué más da ahora? Ya he perdido, ya no hay vuelta atrás.
Me miró atravesándome como con un cuchillo la esperanza.
- ¿Esa es tu rendición?
- No soy quien esperas, ¿sabes? No lo soy. No puedo ser fuerte siempre.
- Lo eres con los demás, vas de chica dura, de '' a mí nada puede hacerme fracasar''. Eres la persona más valiente que he conocido nunca. Por eso no te permitiré irte ahora. No puedo dejarte marchar.
Me alejé lentamente, pero pegó un salto y me alcanzó.
- ¿Qué va a ser de nosotros Elaan?
- Lo que quieras que sea, Linda.
- No puedo quedarme y lo sabes.
- Pero quieres hacerlo.
- No siempre que se quiere se puede.
- ¿Ni si quiera por mí?
El silencio se apoderó del momento, de ambos.
- A eso se le llama chantaje emocional.
- Estoy luchando por lo que quiero, es solo eso.
- ¿Qué quieres?
- Te quiero a ti. Aquí. No soportaría que te marchases, es por eso que organicé todo aquello de la fiesta sorpresa y demás. Quería retenerte, Linda, quería que te pensaras dos veces eso de marcharte.
- Me voy porque ellos me  siguen y lo sabes.
- Lucharemos juntos.
- No quiero involucrarte en ésto, no.
- ¿Crees que no me has involucrado ya? Si te pasara algo me moriría, jamás me lo perdonaría. Eso es lo único que me ata a eso. Tú.
- A pesar de que puedas morir, ¿no?
- A pesar.
- Creía que era yo la que estaba loca..
- Todos lo estamos. ¿Eso significa que no vas a marcharte?
- Eso significa que me lo pensaré.
- No sé si te servirá de algo saberlo pero- hizo una pausa y se miró los pies, como tímido delante de mí, como sincero- fui yo quien activó la alarma del colegio el día en que Withs quería delatarte. Y  perseguí aquel coche azul en el que te llevaron al hospital. Siempre he estado ahí, aunque no me vieras. Y...quería que esta vez las cosas fueran diferentes.
Me quedé en silencio viéndole marchar. La lluvia empapaba mis brazos, mis piernas, incluso mis ojos. Se empapó la ciudad de Nueva York, y yo con ella.
Un aire casi salado rodeaba el ambiente y yo solo miraba sus pies alejándose de allí. Si salía sana y salva de allí no sabría agradecérselo jamás. ¿Por qué alguien que a penas me conocía apostaba tanto por mí? Elaan me desconcertaba. En el sentido más oscuro en el que alguien puede hacerlo, en el más enigmático. Había algo de él que se me escapaba, que no acababa de funcionar.
Acepté que había empezado a enamorarme de él.
Y eso me molestaba. Me aturdía la idea de ser vulnerable delante de alguien.
Apreté los puños queriendo odiarle, pero todo esfuerzo fue inútil.
Cuando empecé a caminar la lluvia ya había cesado, pero aún sentía cómo se mojaban todas mis ilusiones. No sabía si estaba más cerca de perder que de ganar, o de vencer que de fracasar. Sabía que Elaan me ayudaría a averiguarlo.

2 comentarios:

  1. Tendrá continuación? *-*

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    1. No creo, porque se me ocurrió ayer y no sé, escribo cosas y luego no las sigo...son minirelatos jajaja <3

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