lunes, 28 de enero de 2013

Tanto que contarte, Toni.





Tengo tantas cosas que contarte, que no sé por dónde empezar.
Quizá por el principio. ¿Sabes? Ayer fue mi cumple. Sí, sí lo sabes. Que me escribieras por Facebook un: ''Que te lo pases bien.'' sin ni si quiera un Felicidades ni nada por el estilo puedo asegurarte que me dolió. Pero no vengo a reprocharte nada, es más, según mi criterio, lo justo hubiera sido que no pusieras nada. Ya me ofreciste demasiado con escribirme. Y eso..eso lo tengo en cuenta. Ha pasado mucho tiempo, Toni, ¿cuánto? ¿ séis meses? Un poco más. Y joder, como duele todavía. Mi vida ha cambiado mucho...muchísimo. Y no sabes la de veces que he tenido ganas de escribirte, de ponerte un 'Hola' con una sonrisa enorme y...y todas esas veces no he escrito nada. He abierto la conversa, he escrito hola, lo he borrado, lo he vuelto a escribir, y repitiendo esto como mil veces más siempre he optado por darle al escape y olvidarme de ello.
Nunca voy a poder perdonarme nada de lo que hice y dije. Nunca había sido así con nadie, y contigo fui una tonta, una idiota. Nunca voy a ser capaz de perdonarme y siempre va a pesar todo lo que hice, siempre, sobre mí. Entiendo que jamás quisieras recuperar nuestra amistad, entiendo que perdonaras pero no olvidaras...y entiendo que me odies.
Pero yo no te odio, no. Nunca podría ser capaz de odiarte. Porque miro nuestras fotos y te siento a mi lado. Aunque ya no estés, aunque ya no vayas a estar.He pensado mucho en todo esto, ¿sabes?
Mucho. Y siempre he llegado a la conclusión de que no merezco que me perdones, ni recuperarte.


Tengo tanto que contarte...esta última semana ha sido una porquería. No sabes cuánto te he necesitado, no lo sabes...¿Sabes una cosa? Me fijé en alguien, ya sabes, en mi nuevo cole. En realidad, ya lo conocía de hace mucho...pero, bueno, tampoco hablábamos mucho. Te caería bien, no es merengue, como tú, pero sé que os podríais llevar bien. Me habría encantado presentártelo. Me habría encantado que os conocieseis. Me habría encantado que estuvieras el otro día en mi fiesta. ¿Sabes que pensé en decirte que vinieras? ¿Que idiota, no? Pues sí, lo pensé. Todavía tengo los pendientes que me regalaste. Ya no me los pongo, no soy capaz. No lo soy. He cambiado, Toni, he cambiado en estos meses. Ahora creo que soy más valiente. Podrías seguir riéndote en broma de mi torpeza y de mi vergüenza a todo, porque sigo siendo torpe. Pero me han hecho fuerte muchas cosas...una de ellas no tenerte al lado. Ahora me trago el dolor, ya no se lo cuento a nadie. No todo, ya no. A veces siento que no
tengo a quién contárselo, porque aunque tenga a mis amigos...hay cosas que sólo te las contaba a ti.
Curioso, pero cierto. Eras todo oídos. Siempre estuviste ahí, cada mediodía, cuando nos pasábamos media hora en esa esquina contándonos cosas, cuando me acompañabas por las tardes a casa, con mi tete, y nos pegábamos media hora en la portería hablando de más tonterías. Siempre estabas ahí, cuando yo lloraba porque Edgar no me hacía caso, o como cuando pasó lo de mi abuela y sólo encontré ese apoyo en ti. Siempre estabas ahí, para que yo te quitara ese anillo y me quejara de que olía mucho a ti. Me encantaba hacerte enfadar, y después quedarme el anillo durante una semana hasta que se te olvidara que lo tenía yo. Eras como un hermano mayor...y jugué a perderte.
Tenía que llorar en tu hombro, Toni, tenía que hacerlo. Esta última semana...esta última semana me he sentido muy sola, muy rota por dentro. Pero no he tenido las fuerzas para hablarte. No las he tenido. ¿Sabes? el día de tu cumple, el cuatro de enero, en casa de Sylvia estuvimos viendo vídeos...y no me acordaba de que en varios que teníamos salías tú. Bailando, conmigo, en mi portal, nuestro baile tonto, yo con la chaqueta en la cabeza y tú meneando esas piernas de las que siempre me reía en broma contigo. No se lo digas a nadie, pero tuvo que abrazarme porque me rompí en dos y empecé a llorar. Aunque tú no lo creas, has sido importante. Y tengo que explicarte cómo me siento, y tengo que decírselo al papel aunque nadie vaya a leer esto. Aunque tú no vayas a leerlo. Me siento muy avergonzada por todo lo que pasó, me siento rota cada vez que pienso en el dolor que habrás sentido durante aquellas noches, las primeras, en las que yo dormía tan tranquila mientras tú echabas de menos mi amistad. Me creía una super heroína, y creía que podría con todo. Pero tú mejor que nadie sabes mi secreto, sabes cuál es mi debilidad. Tú mejor que nadie sabes que soy tan frágil que si me tocas ya me rompo.
Nunca tendré palabras para agradecerte todo lo que has soportado de mí, ni todo lo que hiciste en su día. Porque mi error estuvo en pensar que sería para siempre, mi error fue cruzar los brazos mientras me sentaba a observar cómo te perdía.
Siempre he sido una cobarde, y tú lo sabes.
Pero me entendías. Y ahí estabas. Siempre tan tú, con esa sonrisa en la cara, con esas bromas que decías serio, mientras yo me reía.
Pero estamos a 28 de enero, y hoy sé que no estás. Ya no, y no te culpo. Yo también me habría alejado de mí si hubiera podido, yo también. 

   











Perdonad que últimamente escriba tan...tan personalmente. Necesitaba desahogarme.

2 comentarios:

  1. He adorado cada palabra. Cuando te sientes llena, cuando estás tan viva que solo te empeñas en esperar la caída, nunca vuelves a brillar como entonces. Porque cuando todo se va, cuando se va aquello que te llenaba, donde se queda todo? Necesitamos un tiempo para asignar a aquellas personas que tenian un papel tan importante en nosotros un nuevo sitio, aunque muchas veces sea fuera de nuestras vidas. Las pérdidas nunca son soportables, y el volar cuanto más alto más duele la caída. Y cuando dejamos a alguien ser todo, cuando nos acostumbramos a hablar con él dia tarde y noche y de repente todo acaba, todo se va, nos rompemos. Y ya no somos nosotras, y por mucho que queramos la verdad es que, como vamos a serlo si nos falta la mejor parte?

    ResponderEliminar

Ya me gustaría

 Es casi inconsciente este pensamiento recurrente que me atraviesa. Me cuento y les cuento que no es para tanto y lo cierto es que soy dos p...