viernes, 25 de enero de 2013

Mis sueños.



Jonathan me cogió del brazo y me giró.
- ¿Qué?- dije intentando tapar mi sonrisa.
- Que aún no te he dado tu regalo.
Miré al mar. Después volví a mirarle.
- Estar contigo, hoy, aquí, es lo mejor que podrías haberme regalado.
- Pero ese no es el regalo.
Me sopló ligeramente en la cara, sabía que me haría cosquillas. Reí y le di un golpe suave en el hombro.
- Pues va, dámelo. Va, va, va, va- le insistí e  intenté quitar el regalo, ya que lo escondió detrás de su espalda.
- Mmmmm...si me das un beso.
- ¿Sólo quieres uno?- le susurré contra sus labios.
- Para empezar, no está nada mal...
Le besé poniéndome un poco de puntillas y le rodeé la nuca con las manos, acercándole un poco más a mí. Él puso sus manos en mi espalda y me pegó a su cuerpo. Estaba siendo el mejor cumpleaños del mundo. Me separé un poco para poder mirarle a los ojos.
- ¿Me lo vas a dar ya?- dije tan bajito que a penas escuché mis palabras.
- Me has convencido.
Se separó un poco de mí y sacó el paquete que tenía en las manos.
- ¿Qué es?
- Compruébalo tú misma.
Lo cogí con ansias y empecé a desenvolverlo. Me miraba fijamente mientras sonreía. Estaba nervioso, podía verlo en sus ojos. Siempre le daba miedo regalarme cosas, o decirme cosas, porque no sabía cuál sería mi reacción. Le sonreí y supe que le había transmitido así la calma que necesitaba. Mis dedos torpes se deshicieron del papel y pude ver un libro. Pero no era un libro de ningún autor, no era un libro que existiera  Le miré interrogante y él me hizo un gesto, como queriéndome decir que lo abriera. Abrí el libro y me encontré una dedicatoria:
Es un libro que tiene todas las páginas en blanco. Ésta es tu historia, ésta es tu vida, y desde hoy ya puedes empezar a escribirla. Y si quieres, yo puedo ayudarte a protagonizar cada uno de los momentos que plasmes en el papel. 
Pasé la primera página y me encontré nuestra primera foto juntos. Sabía que iba a llorar, estaba a punto de hacerlo. Le miré a los ojos.
- ¿Quieres ser el protagonista de ésta historia también?- le dije- Mira que soy una escritora muy exigente...
Alzó las cejas y me miró incrédulo.
- No me da miedo que escribas sobre mí. Me daría miedo que dejaras de hacerlo.
Cerré el libro y lo observé. Era rojo, de tapas duras. Con letras plateadas podía leerse: Mi historia.
Y debajo, 27 de enero de 2013.
Le miré a los ojos. Le abracé, apresuradamente, como huyendo del compás del tiempo, de las garras del destino. Alcé la vista.
- Es el mejor regalo que me han hecho nunca, en mis diecisiete años de vida.
Me miró como queriendo decir más de lo que con sus palabras articuló:
- Cuando se te acabe el libro, puedo fabricarte otro.
Le miré incrédula.
- ¿Cuántas páginas tiene?
- 365.
- ¿Vas a regalarme uno cada año?
- Durante todos los que me quieras a tu lado...
- ¿Nunca te han dicho que eres el mejor novio que podría tener cualquier chica de ciudad, del mundo entero?
- No, mis tres otras novias no suelen decírmelo pero...
Me abalancé sobre él y le callé con un beso. Nunca en mi vida había sentido más magia en el cuerpo, y por un momento sentía como yo protagonizaba una historia, mi propia historia.
¿Cómo podía hacerte sentir una persona en la vida real como si fueras parte de un sueño? ¿Cómo alguien podía encargarse de hasta el más mínimo detalle por el simple hecho de hacerte sonreír?
Le miré, y sincera, le dije que le quería. Y estaba hablando de verdad, con el corazón en mano y el alma por escudo. Era el te quiero más sincero que le había dedicado a nadie jamás.

1 comentario:

  1. Holaa:)
    Me encanta tu blog y esta historia es preciosa^^
    A mi tambien me encanta escribir jeje en mi blog escribo un libro te dejo la direccion para que te pases:
    graciaxhacermefeliz.blogspot.com
    (esta bien escrito asi jaja)
    Muchos besos guapa ya te sigo!

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