jueves, 10 de enero de 2013

Él marcaba la diferencia.

¿Sabéis? Yo siempre he sido una chica fuerte. Sí, de esas que pasan desapercibidas, de las que no se enamoraban del guapo, popular y estupendo chico de clase. Soy de las que se enamoraba del chico que también pasaba desapercibido. El chico que a todo el mundo le parecía raro, tímido, callado, serio...pero a mí, a mí me parecía increíblemente diferente.
Pero jamás decía nada. Nunca he sido de las que se lanzan de cabeza, de las que se precipitan, siempre dejaba pasar oportunidades, trenes, y nunca avanzaba. Nunca daba el paso esencial que hay que dar si quieres que algo salga bien. Por eso y más cosas jamás me fue bien en nada que tuviera que ver con el amor .
Pero un día conocí a alguien diferente. Y no alguien diferente sólo a los de clase, no, sino alguien diferente al resto de prototipo de chico en el que siempre me había fijado.
¿Tímido?, no. ¿Gracioso? a veces. ¿Especial? El que más. 

¿Sabéis la sensación de que alguien deja tu mundo patas arriba?Alguien que destaca nada más verlo, rodeado de mil personas. Alguien a quien escogerías para pasar con él la tarde si se acabara el mundo. No hablo de ese chico de dieces, ni de ese chico que se las trae de calle, ni ese chulo de piercings o tatuajes, os hablo de alguien diferente. Alguien con los ojos más increíbles del mundo. Alguien capaz, con una sonrisa, de hacerte reír. Alguien con una capacidad increíble de hacerte entrar en razón. Alguien a quien besar sintiéndote mágica.  ¿Nunca habéis conocido a alguien así? Yo sí. El caso es que le conocí hace tanto, que a penas recuerdo qué pensé cuando creí conocerle. Pero cuando me reencontré con él...cuando me reencontré con él las dudas eran miles, pero tuve claro una cosa, des del principio: marcaba la diferencia.Entonces fue como un suspiro en el alma, como un click, una puerta que se abría. Un mundo nuevo. 
No sé, desde ahí no fui consciente del tiempo, el lugar ni el momento. Pasaban los días, hasta que un día supe que las cosas iban a cambiar. Sucedió. Y si conocerle era mágico, imaginaos besarle, acariciarle, sentir su voz en tu oído. No había palabras que alcanzaran para describir esa sensación, tampoco lo intenté. Sólo viví. Almacenando cada uno de los momentos vividos.
Y sí, ha pasado algún tiempo.
Y a veces, a veces creo que puede ser. Que él puede volver. A veces pienso que él también me echa de menos.
Quizá la vida aún guarde una oportunidad para nosotros, tal vez sea posible.
No sé qué busca en mí el destino, no sé en qué consiste la vida, ni sé qué pasará mañana, pasado, o la semana que viene. Sólo sé que jamás había conocido a nadie que se pareciese a él, y lo más curioso...es que lo supe desde el primer momento. Sin preguntas, ni respuestas. Lo supe. 

2 comentarios:

  1. Buffff me he enamorado de cada uno de tus textos, son un apasada enserio, no puedo parar de leerlos! Te invito a pasarte por mi blog si quieres, yo me lo he hecho recientemente y todavía soy nueva en este campo, pero espero que te guste:) un besazo, sigue así. ME ENCANTA. Te sigo
    http://blairchevaliers.blogspot.com.es/

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  2. es maravillosa tu forma de escribir, de verdad :]
    qué pasada, te sigo!

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