miércoles, 9 de enero de 2013

Cuando te miro ya no parece tan complicado.

Y ahí estás tú, tan serio, como con el rumbo perdido. Y ahí estoy yo, sonriendo, pero más perdida aún.
No sé qué camino estoy escogiendo, ni si quiera sé si esto es una opción. No sé qué pasará mañana, o pasado. No sé si de verdad todo esto está cambiando de dirección o son imaginaciones mías. No sé. Lo único que tengo claro es que estoy aquí, de nuevo, frente a ti, como si nada. Y lo más curioso de todo es que resulta fácil sonreír contigo. Es como si estos dos últimos meses no hubieran existido,  como si todo volviera a girar en la dirección correcta.
Es tan sencillo como complicado. Porque sería tan fácil…pero las cosas en la vida no suelen ser sencillas.  No, no lo son.
Por eso me acojona pensar en esto, porque tengo tantas ganas de besarte como de cerrar los ojos y desaparecer del mundo un rato. ¿Por qué las personas les damos tantas vueltas y vueltas a las cosas? ¿Por qué luchar se nos hace difícil cuando observamos que hay un riesgo que correr?  A mí se me olvidan mis dudas cuando te miro.
Yo sólo pienso en lo mucho que te he echado de menos todo este tiempo.
Y eso es lo único que tengo en cuenta. Alguien cuerdo me diría que es arriesgado…pero los locos, como yo, estamos acostumbrados a luchar. A caer, pero a levantarse.
¿Por qué no podría salir bien? Lo sé. Sé dónde están las cosas, sé todo lo que ha sucedido y soy totalmente consciente de todo lo que he sentido en este tiempo.
Pero es que te juro que se me olvida si te miro, porque todavía no se ha inventado nada más bonito, sencillo y transparente que tu sonrisa. 
Y llamadme loca, pero soy de las que eligen ser como un kamikaze. 
De las que se tiran sin manguitos a la piscina.
De las que no huyen, sólo caminan.
¿Error? Todo el mundo comete errores. Pero…rectificarlos es crecer.
Y lo nuestro no pudo ser un error. Los errores no son bonitos, y besarte…créeme sí lo era. Eso no puede ser un error. No…no puede.
Y si eso fue un error, no me importaría cometer mil errores más.
Porque prefiero equivocarme tropezando contigo…que quedarme con la duda de si hubiera funcionado de nuevo.  Porque nadie es perfecto, nadie. Y a veces te das cuenta de las cosas cuando ya no las tienes tan cerca…
Dicen algunos que dos personas a veces necesitan separarse para darse cuenta de que realmente quieren estar juntos.
No sé si somos ese tipo de personas...lo único que sé es que contigo sonreír, para no variar, resulta fácil.Y...eso, eso  vale más que cualquier cosa. 

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