Desde que
volvimos a hablar más, desde que me dijo que me echaba de menos, no ha habido
una noche en la que no me acueste con una sonrisa en la cara. Tal vez porque
sus ojos siguen brillando como siempre, quizá porque su sonrisa sigue siendo mi
fuerza. A lo mejor, porque cualquier tontería a su lado, deja de ser una
tontería. Puede que porque me dé igual lo que me diga, me conformo con tenerle
cerca. Y poder hacerle enfadar, que de broma se indigne, o hacerme la ofendida
para que me diga cualquier gilipollez.
Tal vez porque ya me da igual el tiempo, el lugar, la situación…lo único
que me gusta es verle. Y que hablemos por las noches.Sentirle cerca de mí. Quizá es eso por lo que me
despierto también con una sonrisa por las mañanas…quizá sea por él.
Mirar el móvil a las 12:12 del día 12.
Acordarme de ti.
Hoy hace tres meses que nos besamos por primera vez.
Sonreír.
Pensar en que me encantaría verte hoy.
No decir nada por miedo a que busques alguna excusa para no vernos.
Porque quizá no te apetecería verme.
O tendrías planes...
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Muy bonita la entrada :3 Lo cierto es que me siento bastante identificada. Hace poco retomé el contacto después de mucho tiempo con una persona muy especial y me siento igual...
ResponderEliminarUn beso!