sábado, 14 de junio de 2014

Supongamos que me has preguntado que cómo me va la vida. Y entonces yo te respondo que bien, que ha empezado mi verano. Y que quizá empiece a trabajar.
Que al fin, con dieciocho inviernos, acabado el bachillerato, voy a disfrutar de este calor, de la playa,y de mil aventuras.
Sí, que con mi chico me va bien. Te diría que al fin le he encontrado. Y tú te reirías y dirías '' Te dije que había alguien para ti en el mundo''. Yo sonreiría con nostalgia. Nostalgia de nuestra amistad. Entonces añadiría que echo de menos hablar contigo y que digas tonterías. Y que aunque finja que te odio quizá no lo haga y solo sea la rabia de que hayas hecho tantas cosas mal. Pero no debería dejar que tú supieras eso. Porque parece que tu sonrisa fue en otra vida, queda tan lejos, tan, tan lejos..
¿Sabes? Me hice un tatuaje. Me lo regalaron por mis dieciocho, sí, esos que no felicitaste. Ese mensaje respondido que hizo que quisiera romper con todo y borrarte. Borrarte para no mirar cómo hablas, cómo sigues con tu vida y me ignoras, y me tachas, y me apartas...Te borré por eso. Y sé que me odias. 
Sé que siempre te cansó mi manera de hablar para después dejar de hacerlo, de escribirte, de irme para después volver.
Y es que quizá he sido un poco injusta al culparte a ti de todo. 

1 comentario:

  1. Exelente texto..A pesar de que le sucede a mucha gente creo que no todo el mundo lo sabe poner en palabras asi como tu lo has hecho...aunque creas que es muy sencillo.. Felicidades...porque hasta tiene un lindo final. te invito a mi blog
    http://migraninversionamway.blogspot.com/ :).

    ResponderEliminar

Ya me gustaría

 Es casi inconsciente este pensamiento recurrente que me atraviesa. Me cuento y les cuento que no es para tanto y lo cierto es que soy dos p...