domingo, 3 de marzo de 2013

Sin esperanza.

Odio que me hayas olvidado. Odio que ya no necesites de mí, y que ya no recuerdes ni palabras, ni momentos, ni sueños, ni proyectos. Sí, quizá odio que ahora ya no hablemos por hablar, y odio ya nunca hablarte para no tener la sensación de que ya no necesitas que lo haga. En realidad ya no sé nada de ti, y aunque me asegures mil veces que estás bien, sé que ya no me cuentas qué es lo que te preocupa. Quizá porque detrás de eso que te preocupa se esconde el nombre de otra chica.
Tal vez es eso, tal vez es que Noelia se ha ido para siempre de tu presente. Quizá odie ser solo tu pasado. Y quizá odie también todo lo que nos ha llevado a esto. ¿En qué fallamos? ¿Por qué las cosas no pudieron ser más sencillas? A veces tengo ganas de ir a buscarte y mirarte a los ojos mientras te pregunte qué es lo que sientes. Porque odiaría saber que me has olvidado, pero odio mucho más la sensación de no saber qué es lo que sientes.
Quizá odie que este invierno se hiciera más frío y no estuvieras para abrazarme. Quizá odie pensar que no hayamos estado juntos para mi cumpleaños, y que tampoco podremos estarlo en el tuyo. Tal vez odie ya no poder regalarte lo que había pensado hacer porque ya no tendría el significado que tiene para mí. Quizá odie no compartir mi felicidad ni mi tristeza contigo. Tal vez odie tenerte a menos de un metro y no poder decirte lo guapo que estás. Tal vez es eso, tal vez es que no soporto la idea de tenerte lejos. Quizá es que para mí no fue un error. Quizá es porque cierro los ojos todavía y vuelvo a octubre. Quizá es porque odio no poder decirte nada, quizá es eso. Que tú ya no estás, y me abrazo a canciones que hablan de amores rotos, o que se marcharon. 

Quizá odio que ya no busques excusas para abrazarme, quizá odio ya no formar parte de tu proyecto, de tus sueños ni de tus ilusiones. Tal vez es que echo de menos tu cara de pena suplicándome que viera en el cine contigo cualquier película de miedo. Tal vez es que echo de menos que tu mano agarre la mía y me des esa puñetera fuerza que eras capaz de transmitirme con una sonrisa. Tal vez odio escribir porque ya no me lees, tal vez es eso. Tal vez es que llevo días callando que te quiero, tal vez es que ya no me sale escribir sin que entre líneas se lea tu nombre.
Quizá odie que te marcharas, quizá odie no tener tus buenas noches.
Tal vez odie verte cada día y que cada día sea menos probable alcanzarte.
Quizá es eso, quizá es que te quiero.

1 comentario:

  1. todos nos hemos sentido asi alguna vez! Todo pasa.
    Un beso
    Te espero
    http://mivida-y-miscositas.blogspot.com/

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