Ingenua.
Es lo que soy
cada vez que pienso
que alguien puede ver
en mí
todo lo que llevo
y quererlo sin más.
Lo malo de mis secuestros
es que siempre acaban pidiendo el rescate.
Supongo que es más interesante
que quedarse en silencio
frente a mis cicatrices.
Más fácil que quererme.
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