miércoles, 1 de julio de 2015

Me pregunto.



Sólo pude ver sus lágrimas caer.
La gente desapareció.
Le dije: Aquí estoy.
Pero me hice invisible.
Me pregunto qué habría pasado si hubiera vuelto a sonreír. Si una buena noticia golpeaba al fin su vida. Me pregunto cuánto tiempo hace falta para olvidar sus promesas. Cuánto valor basta para cerrar todas las puertas.
Dónde estaré yo cuando al fin la felicidad se instale en su día a día
y ya no quede hueco para mí.


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