viernes, 8 de agosto de 2014

(casual)idades.



Casual sería haberse conocido de imprevisto.
Destino se llama aquello que hizo que a pesar de todo, o a pesar de nada, acabáramos chocando con sonrisas. Lamiendo nuestras heridas. Soplando velas que no ardían.
Llámalo casualidad. Pero yo sé que no lo fue. Porque no existen las casualidades bonitas, y tú vestido con esa sudadera gris lo eras. 




1 comentario:

  1. Oh, que bonitas palabras, y es verdad las casualidades bonitas no existen.
    Un besito!

    ResponderEliminar

Ya me gustaría

 Es casi inconsciente este pensamiento recurrente que me atraviesa. Me cuento y les cuento que no es para tanto y lo cierto es que soy dos p...