Cada vez te vas un poco más lejos, cada vez se vuelve más gélido el aire que entra por la ventana. Ya no nos queda nada, ni siquiera una plataforma absurda que nos unía. No importa, te veo bien, sé que estás feliz y me alegro de que sea así, no quisiera que fuera de otro modo. Pronto la memoria traerá consigo sus lagunas, olvidarás pequeñas partes, retomarás las riendas de tu universo. Y está bien que así sea, es lo correcto. Celebrarás tus logros, te tomarás muchas cervezas, reirás con tus amigos y te alegrarás de la decisión que tomaste. Quizás quedo en esa parte oscura de la memoria que florece alguna noche, entre pensamientos banales, entre humo y pólvora. Seré un recuerdo de esos que ya no puedes agarrar con las manos, que se escapa entre los dedos. Un día olvidarás cómo suena mi risa o la forma extraña que tengo de caminar. Pasaré a ser un pedacito anecdótico de tu vida y le hablarás de la historia que no llegamos a escribir a la siguiente persona que conozcas. Y te verás un día frente al espejo, vistiéndote, ilusionado, para quedar con alguien nuevo. Te encontrarás riéndote, suspirando, haciendo planes, forjando aventuras. Inventarás un nuevo idioma, acariciarás otro cuerpo, beberás de otros besos, recorrerás otros acentos, otros lunares. Y está bien que así sea. Encontrarás en otro nombre la fuerza, las ganas. Estarás bien, yo lo sé, y es lo que mereces. Dormirás tranquilo sabiendo que estás donde querías estar, y poco a poco, cumplirás todos tus sueños. Y cuando estés en la cima, saboreando la victoria, yo desde algún punto de este infinito universo, en silencio, estaré alegrándome. Y sé lo que dirías ahora, lo sé, que yo también estaré bien, y sí, sé que también lo estaré. Sé que tendré que desaprender nuestro idioma, olvidarme de todo lo que fue y lo que no llegó a ser. Levantarme por las mañanas sin necesitar esos cuatro segundos en los que me explico a mí misma que ahora todo es diferente. Sé que todo saldrá bien, que también pisaré bares y contaré algún día nuestra historia. Sé que a medida que tú avances yo también lo haré, sé que te dejaré en un rincón de mí, en la carpeta de recuerdos o casos sin resolver, esperando que el tiempo lo cure todo. Saberlo no lo hace más sencillo, solo lo hace real. Al final fui como el hambre en tiempos de guerra. Me volveré un poco más fría y quizás, solo quizás, esto me haga crecer y madurar. O eso es lo que todos dicen. Todos dicen muchas cosas, pero ellos qué sabrán, nunca estuvieron aquí.
Dijiste que esta vez sería más fácil, y estoy segura de que podrás llevarlo mucho mejor ahora. Yo me he vuelto a sentir pequeñita, y el dolor se parece mucho al que ya conocía, solo que esta vez todos piensan que he crecido lo suficiente como para vivir con ello.
Lo único que da vueltas en mi cabeza es la tristeza de pensar que nuestra historia merecía un final feliz. Pero después recuerdo que he visto demasiadas películas, que no vas a volver. En la vida real, las personas olvidan. No sé por qué pensé que nosotros éramos diferentes. Tal vez debí dejar de creer en cuentos hace tiempo. Quizás no he crecido tanto como pensaba. Pero está bien, la madurez quizás me ha enseñado a aceptar. Y eso es lo que estoy intentando hacer a diario.
De verdad, me hace feliz saber que estás y estarás bien. Prometo que algún día dejaré de escribir estas tonterías.
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