No tengas miedo, te sobrará la suerte, y llegará el día en que vueles sin mí. Te desprotegerás deshaciéndote de mi abrazo y hallarás cobijo en otras letras que ya no escriba yo.
Soy valiente cuando estás, y me vuelvo una completa tormenta cuando desapareces. Los meses en los que no supe de ti fui la mujer más infeliz del mundo. Luchaba constantemente contra el recuerdo, contra el humor de las paredes que me gritaban sarcásticas que tu olor empezaba a desaparecer de la habitación. La misma cama pero sin ti. Ya no nos sujetaban esas sábanas los viernes, ni tapaban nuestros cuerpos desnudos, conocidos, sincronizados.
Tu olor desaparecía, y ya hace medio año que por aquí no hay rastro de un 'nosotros'. A veces mis sueños me traicionan y te pintan a mi lado, como si aún me esperaras en cada puerto, como si nunca hubiera llegado diciembre, como si no me hubieras roto el corazón. Ya sabes lo que dicen,
los sueños sueños son.
Yo he pasado de tenerte a recordarte.
Y eso ya no hay sueño que lo arregle.
Mi nombre ya no tiene 6 letras.
Ahora rima con melancolía.
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