domingo, 24 de enero de 2021

Ahora nunca lo sabremos

 Sé que cometí un error al pasar una última noche contigo, sentarme en tus ojos y tumbarme a tu lado. Tenerte cerca y saberte lejos. Pero quizás debía hacerlo, darme de bruces, tenerte sin tenerte para después perderte y acabar perdiéndome esa noche. No dormí más de dos horas y te sentí respirar durante las cinco horas que prometimos dormir. Escuchar tu discurso paternalista, sentirme tan débil mientras decías entenderme, arroparme con el consuelo del que ha pasado experiencias similares, sentirme tan ajena a ese momento. Lo único que sientes por mí es ternura, ahora lo sé. Era lo que necesitaba para romperme, llevaba tantos días haciéndome la fuerte, sin soltar una lágrima...que verme contigo aquel día fue dar rienda suelta al dolor y, al fin, llorarte. Lo único que me consuela es que sé que estoy más cerca de volver a estar bien (aunque ahora me cueste creérmelo). 

Creí haber visto algo en nosotros, y tú confesaste que también lo viste. Pero pesa más el desastre, la incertidumbre, la indecisión y el no tener las cosas claras. Lo entiendo. Lo peor es que lo entiendo. Lo peor es que siempre me fuiste sincero y yo me empeñé en mentirme a mí misma. Ya me advertiste, tenías razón en todo. Algunas noches cierro los ojos y me veo con aquella falda tejana negra y mi top verde, sentados en aquella terraza, cenando un bocadillo simple. Me levanté y me dijiste que estaba preciosa, me besaste la mano y yo me sentí una cría. Nos besamos durante horas en un banco, en medio de la ciudad, como un par de adolescentes, sin importarnos si alguien iba a mirar. ¿Por qué duele tanto algo que ha sido tan efímero? ¿Por qué no me di cuenta antes y salí corriendo? Pensaba que sería solo una tontería, que no íbamos a llegar tan lejos, que ni siquiera iba a conocer lo suficiente de ti como para no querer marcharme. Pero supongo que de junio a enero no pasa tan poco.

Cuando quise darme cuenta estaba entrando de puntillas en la habitación para darte un beso en el hombro antes de irme. Cómo me jodía siempre irme a trabajar antes que tú, desayunar sola, de pie, en tu cocina. Recuerdo que siempre pensaba que ojalá un día nos despertásemos a la par y desayunásemos hablando de la vida. Nunca llegó a pasar, supongo que tampoco lo pretendías.Que esos lunes o miércoles estúpidos nunca iban a ser domingos de película, ni de paseo, ni de sexo y cruasanes. Y no pasa nada. Ya llegará alguien que te arranque de un suspiro las palabras o te robe el corazón. Yo sonreiré siempre que piense en tus estupideces, en tus bromas ligeras y en tu manera de fingir que lo tienes todo siempre bajo control. 

No te voy a mentir, sé que estás lejos, y escuece saber que te has ido a propósito, a sabiendas de todo lo que dejabas aquí, en este lado. Te echaré de menos porque, ante todo, fuimos siempre amigos. Echo de menos contarte cualquier estupidez, tomarme un café contigo con la excusa de verte. Tus "con avena y sin azúcar, ¿verdad?". Vaya tontería. Lo cotidiano que era todo, lo que parecías entenderme cuando te explicaba cualquier problema. Te voy a echar jodidamente de menos. Estuviste ahí cuando caí, hace ya casi un año, y después te encargaste de hacerme saber lo mucho que valía, de recordármelo. "Eres una mujer, una mujeraza". Y tú todo un hombre, pero un hombre que no se atreve a estar conmigo. O que no quiere. Supongo que en ambos casos es lo mismo. 


Quizás hubiésemos sido infelices. O tal vez habría sido todo tan fácil, que nuestra química habría hecho historia. Qué eléctrico era sentir esos segundos de silencio antes de un beso o nuestra forma de entendernos en absolutamente todo. Cuerpo y aura. Nosotros nunca hablábamos de dudas existenciales, ¿recuerdas? detestabas esa expresión. "Tú y yo lo llamaremos catarsis". Eso dijiste. Quizás hubiese sido complicado, duro o habría sido eterno.


Ahora nunca lo sabremos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ya me gustaría

 Es casi inconsciente este pensamiento recurrente que me atraviesa. Me cuento y les cuento que no es para tanto y lo cierto es que soy dos p...